domingo, 30 de octubre de 2011

Reencuentros del destino (Capitulo 10 extra)


en la vida es un sueño, un sueño a veces imperfecto que te hace sufrir; otras sin embargo casi siempre te hace sentir bien y feliz
Capitulo 10 :D extra
si es la historia de amor de una de las parejas espero que les guste

:kisu:

Enjoy!!


Capitulo10


Todo comenzó el primer día de clases, cuando un profesor no había llegado y así que decidí ir por un café, y sentarme a leer, el clima era frio, el aire calaba hasta los huesos, pero porque a pesar que amaba ese clima no podía sentirme feliz, la melancolía me estaba matando, Marinnie me dijo que todo iba a estar bien, pero aun así no puedo dejar de pensar en ella.

Camino sumido en mis pensamientos, hasta llegar a mi sitio favorito, me siento y de mi mochila saco un libro, el cual me presto mi unnie, como la extraño, es la única capaz de soportarme, si lo se es una chica extremadamente distraída, bueno es la persona mas distraída en este mundo, es rara, si bastante, pero igual eso es su encanto, por otro lado le prometí que esta vez me esforzaría para que no me expulsaran de la prepa como en la anterior y no es porque no supiera, reprobaba porque me aburría mucho esas clases, porque tenia que poner atención a algo que ya sabia, así que simplemente no me importaba.

Llevo en esta escuela un semestre y lo que puedo decir es que la odio, no es porque sea mala, no, es por todas las personas que me rodean y me juzgan, cuando ellos no son mejores, que yo, llevo 4 meses soportando sus idioteces solo porque me visto de negro, eso me hace un gótico, que personas tan erradas. Prefiero olvidar todo y seguir con lo que me gusta mi libro, leo hoja tras hoja, inundando toda mi mente con esas palabras, cuando me percate de algo, alguien me estaba mirando, levante la vista de mi libro y comencé a buscar con la mirada a quien me estaba observando, cuando por fin la encontré me percate que era una chica que estaba conmigo en mi salón.

Su mirada era distinta a las de los demás, en vez de mirarme con temor o como si fuese un bicho raro, ella me mira con ¿curiosidad?, no sé pero de una vez puedo decir que es una mirada poco común, mientras seguía pensando, nuestras miradas se cruzaron por un momento y en ese momento parecía que todo el mundo se detuvo por completo. Seguí así por un momento hasta que el odioso sonido del timbre me sacó de mis pensamientos y por ende tenia que regresar a clases.
Las horas pasaron y en la hora del descanso, ella se acercó y me empezó a hablar, la conversación fue agradable, era una persona divertida, y porque no decirlo bonita también el tiempo pasó y el receso terminó. Las horas siguieron su curso, y al terminar el día, hice algo de lo que hacia mucho tiempo no realizaba, le pedí acompañarla a su casa, estaba algo nervioso por su respuesta, pero ella me dijo que si, y sonrió.

Caminó a su casa fue divertido, realmente me gustaba que ella estuviera a mi lado, era agradable esa sensación, aparte de que teníamos varias cosas en común, cuando llegamos a su casa me despedí de ella, y cuando menos me lo pensaba ella me pidió mi teléfono y e-mail, para hablar después, yo se los di gustoso, que chica tan atrevida, pero debo decir que eso me atraía mas de ella, realmente era una chica distinta.
Al llegar a mi casa, prendí la computadora y comencé a vagar por los distintos sitios que solía estar, entre a jugar un rato en línea contra un tipo que se denominaba KillerKyu (un apodo algo presuntuoso), era como las 6 cuando decidí irme a bañar, cuando el sonido de un mensaje me llamó la atención, era de Yoo Hee, me acerque rápidamente al monitor y comencé a conversar con ella, me sentí feliz sin saber porque, ya que desde hace mucho solo conversaba con Marina, por lo que me era raro hablar con alguien que no fuese ella, pero también porque esa chica había removido algo en mi, y poco a poco captaba toda mi curiosidad.
Los días pasaron y seguía haciéndome mas unido a ella, me encantaba estar a su lado, pero sin embargo tenia miedo de dar el siguiente paso, no quería salir lastimado como la última vez, así que preferí dejarlo de lado por un momento.

Cierto día Marina me habló para ponernos de acuerdo para salir, si lo se era costumbre de salir cada año el 14, siempre no la pasábamos ese día, hacia mas de un mes que no la veía así que acepte, pero luego me arrepentí cuando dijo que Megumi también iría, no es que me cayera mal, pero no me agradaba que siempre que yo quería estar con mi unnie, siempre me la quitaba y no me dejaba estar con ella, y como de costumbre siempre peleábamos por su atención, por lo que Marina llego a salir con cada uno por separado, ya que siempre terminaba frustrada por nuestras peleas o ignorándonos, cosa que odiaba.

El 14 llegó y como de costumbre fui a clases y ahí estaba ella, sonreí y pase el tiempo con ella, pero ese día ella me regaló un pequeño libro, argumentando que sabía que a mi me encantaba leer, yo no tenia nada para ella, ya que yo no regalaba nada en esos días, incluso no le regalaba nada a Marina ese día, me apené por esto y ella dijo que estaba bien, solo que le debía una salida, a lo cual asentí sin problemas.

Las clases terminaron y cuando ella me esperaba para irnos juntos, yo le dije que no podía ya que me iría a ver a mi amiga y que a ella no le gustaba que llegara tarde a nuestras citas, ella me vio sorprendida y por un momento juré que se había molestado, al final solo sonrió y me dijo que estaba bien, salimos juntos de la escuela yo me fui a mi casa a dejar la mochila y comer algo.

Llegué corriendo al lugar acordado, donde ya me esperaban todos los demás, Marina se burlo de mi suéter, pero igual ya estaba acostumbrado ya que siempre hacia eso, por lo que solo la cargué y le comencé a dar vueltas, ella solo gritaba, cuando la baje ella reía y me beso, cosa común en ella conmigo, pero lo malo de estas demostraciones de cariño es que siempre terminaba metiéndome en problemas como la vez que uno de sus amores, me miro feo y casi terminamos a golpes en ese lugar, o la vez que me presentó a un amigo de ella, el cual también terminó odiándome por que pensaba que era su novio, y al final ella nunca se dio cuenta de que estaba enamorado de ella, he ahí el problema por ser tan distraída.

Una vez que terminó de saludarme efusivamente, caminamos hacia donde estaban los demás, pero me detuve un momento cuando sentí una mirada, voltee a ver quien era y me percate que era un chico, mas alto que yo que estaba con otros dos a su lado, el me miraba con odio, pero porque esa era la cuestión, porque yo que sepa Marina no se había enamorado otra vez, pero ese chico me consternaba, pero cuando apenas iba a decirle algo, él salió corriendo del lugar con sus amigos detrás de el.
Ignore lo que había pasado con el sujeto ese, y seguí caminando, todo iba bien hasta que Megu me regalo un globo, con el cual me encargue de molestarla toda la tarde, hasta que Marina me pidió que no lo hiciese, la tarde se fue volando, pero en un momento en el que nos sentamos a descansar después de caminar por mucho tiempo, me puse a hablar con Marina acerca de Yoo Hee.

Ella como siempre se puso celosa, pero no me dijo nada mas, ella se limito a apoyarme y eso hizo que mi confianza aumentara y me decidiera a declarármele, pero eso seria después.
Los días pasaron y Yoo Hee y yo salimos ese fin de semana, la lleve conmigo a dar la vuelta y caminar, los dos íbamos como tontos riendo de todo lo que se nos podía ocurrir, seguíamos caminando hasta que llegamos a un jardín, el cual era mi lugar favorito, y solo pocos lo sabían, 
ahí nos sentamos y comenzamos a hablar.

El tiempo pareció detenerse, lo único que quería era estar con ella y oír su melodiosa voz y no pensar en nada mas… cuando inconscientemente me acerque a ella, acortando la distancia que existía entre nuestros labios, sintiendo nuestras respiraciones, la distancia fue disminuyendo un poco mas, hasta que sin pensarlo dos veces la bese, al principio me limite a dar pequeños toques, pero después comencé a abrir mi boca y querer profundizar ese beso, tenia miedo a que Yoo Hee me rechazara pero en vez de alejarse ella coloco sus manos en mi cuello, mientras abría su boca y comenzábamos a profundizar ese beso.

Cuando el aire se hizo necesario, nos alejamos un poco, y los dos sonreímos, esa era señal de que a ella también le había gustazo lo que había sucedido antes.  Sin pensarlo dos veces me declare ahora con la seguridad de que no saldría lastimado otra vez.

Ella me miro a los ojos, y me dio un si, palabra que me hizo ser la persona más feliz sobre la tierra, la abrace y la volví a besar. Estuvimos así por un momento hasta que descubrimos que era tarde y ella tenia que volver así que sin más, volvimos a emprender el camino a su casa, pero esta vez yo tomaba su mano fuertemente, como si tuviese miedo a perderla, pero sabia que eso no pasaría, no aun.

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